Un Rincón de Rueda que Piensa en el Futuro

En Traslagares, la tierra manda. Los viñedos, plantados en curvas que respetan el relieve natural, frenan la erosión y cuidan un suelo que lleva siglos dando vida. La bodega, semienterrada en un cerro, aprovecha la gravedad para que el vino fluya sin máquinas, ahorrando energía mientras el aislamiento natural mantiene la temperatura ideal. Es un lugar donde cada decisión respira sostenibilidad, desde los paneles solares que capturan la luz del sol hasta el empleo local que da fuerza a la comunidad.

Aquí, nada se desperdicia. El agua, extraída del subsuelo, se purifica y sirve para regar las viñas y limpiar las instalaciones, mientras los restos de la vendimia se convierten en abono que nutre la tierra. Las botellas, recicladas con Ecovidrio, cierran un ciclo que reduce la huella de carbono y da ejemplo. “La tierra nos da todo; por eso nosotros la tratamos con respeto”, dice Marta Gaona, cofundadora de la bodega, con el cariño de quien ve en cada cosecha un compromiso renovado.

Traslagares no se queda en palabras. Su diseño inteligente y sus prácticas sostenibles son un motor para la región: empleos que arraigan a la gente, alianzas que inspiran y un compromiso que va más allá de los viñedos. Cada copa que sale de aquí lleva el sabor de la tradición y la promesa de un planeta cuidado.Pero la visión de Traslagares también mira al cielo. Los paneles fotovoltaicos no solo alimentan la bodega, sino que simbolizan una apuesta por la energía limpia en un sector que a veces se resiste al cambio. Es una invitación abierta: a los vecinos, a los visitantes, a los amantes del buen beber, a unirse a un proyecto donde el placer de una copa se mezcla con el orgullo de cuidar lo que nos rodea. ¿Te animas a ser parte de esta historia?

Ahora además también puedes adquirir una caja de verdejo, sauvignon o mixta a través de la tienda online.